5 sencillas formas de permanecer humildes

Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;
Mas con los humildes está la sabiduría.
Proverbios 11:2

El orgullo es un vicio peligroso. Es sigiloso y sutil. Como líderes de Alabanza y adoración, o técnicos de audio y video, la humildad es un atributo del que sin el, simplemente no podemos vivir.

Aquí hay cinco cosas fáciles que nosotros podemos hacer para asegurarnos de permanecer humildes en nuestras iglesias, con nuestros equipos y dentro de nuestros propios corazones y mentes.

Tener conversaciones con personas más inteligentes y con más experiencia que tu.

No sólo con otros líderes de alabanza o tecnoiglesiólogos, sino también con tu pastor y ancianos de su iglesia. La gente con experiencia dan un gran beneficio para nuestro desarrollo no sólo como líderes, sino también como cristianos. ¡Busca a personas mayores más experimentadas que tu para estar cerca y pasa tiempo con ellos para aprender más!

¡Lee mucho!

Si lees La Palabra todos los días, si estás leyendo constantemente, estás alimentando proactivamente tu alma, mente y espíritu con verdad acerca de quién es Dios y quiénes somos. Ahora, no todos los libros cristianos sobre el carácter y la naturaleza de Dios que circulan por ahí están correctos, por lo que tener personas experimentadas y sabias en tu vida que puedan recomendarte libros y lecturas centradas en la palabra De Dios es algo importante.

¡Mantente disponible para tu equipo para tener conversación, retroalimentación y relación!

Si tienes relación con la gente que sirve a Dios cada semana, sin duda verán diferentes facetas de tu vida, también verás las de ellos. Estas relaciones te permitirán mantenerte responsable de la manera en que sirves en ministerio y la forma en la que te ocupas de las personas.

¡Recuerda siempre lo que haces lo haces para Dios!

No eres quien eres por tus fuerzas, Dios te ha habilitado y es por su gracias que puedes realizar las labores artísticas, técnicas y ministeriales. Recuerda que representas a un hijo de Dios en todas tus acciones.

¡Cuida tu boca! Desecha la crítica y los chismes

No te enredes en chismes y cuida lo que sale de tu boca. La Palabra dice que de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34) Así que, no te compares ni comentes que tu eres mejor o que tu hermano es peor que tú. Con la vara que mides serás medido.

Si todos hiciéramos estas cinco cosas consistentemente, creo que veríamos diferencias significativas en la salud, la función y el impacto de nuestros equipos de trabajo y nuestras iglesias.

¿Se te ocurre otro punto adicional?