En un partido de fútbol, la defensiva importa. Sin embargo, en la iglesia local, estar a la defensiva como líder de la iglesia no es una postura correcta para liderar. Verifica si los siguientes puntos de liderazgo a la defensiva están en tu forma de ejercer el liderazgo.
Estas son 8 señales de que estas ejerciendo un liderazgo a la defensiva:
1.-Cuando tu ministerio parece ser que solo se trata de apagar incendios. Todo se trata de tratar de evitar que los pequeños incendios se conviertan en un incendio. Si es así, entonces tu liderazgo es reactivo, no proactivo.
2.-Cuando generalmente asumes que algo malo va a pasar. Incluso cuando las cosas van bien, eres demasiado cuidadoso y protector, simplemente sientes que las cosas se van a desmoronar.
3.-Cuando has perdido cualquier sentido de visión para el mañana. Cualquier pensamiento acerca de avanzar hacia el futuro es fugaz. Tu objetivo es simplemente pasar el día.
4.-Cuando estás tomando menos riesgos de los que alguna vez tomaste. Una vez tomaste pasos de fe como líder, pero ahora no das esos pasos. Los riesgos anteriores han provocado dolor, y quieres evitar que vuelva a suceder.
5.-Cuando has perdido tu alegría por el ministerio y a veces, por Cristo. Es difícil para los pastores y líderes separar su caminar personal de su vocación profesional. Ya ni tu corazón ni tu rostro muestran más alegría.
6.-Cuando oras, generalmente es en respuesta a un problema. Solo estás respondiendo y estás a la defensiva, incluso en tu tiempo de oración. A veces, tus oraciones son en realidad sólo defensas de tu propia posición y acciones.
7.-Cuando piensas “¿Cómo podemos hacer esto mientras creamos la menor cantidad de oposición?” Estás cansado de luchar y no quieres perder más territorio en la batalla.
8.-Cuando los demás comentan que ya no lideras. Puede que lo hayas escuchado por allí, las personas lo notan. Ellos saben que algo no está bien.
Si encuentras algunos puntos en los cuales te identificas, busca a Dios y su Palabra. Recuerda que el siempre estará allí para ayudarnos y escucharnos.
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