Músico: “¡Súbele!, ¡Bájale!, ¡No me escucho!, ¿Sabes lo que haces?, ¡¿Por qué no suena mi guitarra?!”
Ingeniero: “¡Ya estás sonando fuerte!, ¡No te voy a subir más!, ¡Me va a regañar el pastor!, ¡Siempre quieres que le suba!, ¡Yo quería ser danzor!
¿Alguna de estas frases te suena?…
Existe una problemática muy común dentro de la iglesia de hoy, y esa es la gran discusión que surge entre los músicos de alabanza y el ingeniero de audio.
Si nos pusiéramos a preguntar a diferentes músicos de alabanza e ingenieros de audio las razones por las que no se ponen de acuerdo, cada uno puede tener sus argumentos, tal vez reales, tal vez no.
Siempre, alguno va a querer o pretender tener la razón, pero si no se llega a un acuerdo mutuo, no se podrá avanzar.
El día de hoy te hablaré desde mi perspectiva de músico y director de alabanza, y te daré 5 consejos para que dejes de pelear con tu ingeniero de Audio de una vez por todas.
5 Consejos para dejar de pelear con tu ingeniero de Audio.
1.- Conoce bien tus parámetros de sonido.
Tú como músico tienes la responsabilidad de conocer los parámetros que debes manejar con tu instrumento, amplificador, etc arriba del escenario.
Un ejemplo es, que si tú tocas la guitarra eléctrica y utilizas tu amplificador en el escenario, debes saber cuál será el volumen correcto que debe tener tu amplificador, esto es para que tu amplificador o tu instrumento no ensucie el sonido general. Cuando alguien está con un volumen personal demasiado alto, va a crear una distorsión en las frecuencias del audio en sala, y esto provocará que tu ingeniero le baje a tu instrumento.
No metas en problemas a tu ingeniero, sé consciente de tu volumen, pregúntale a tu ingeniero qué parámetro de volumen debes utilizar para sonar bien, y que no afecte a los demás.
2.- Escucha la opinión de tu ingeniero.
Sonará algo hilarante, pero algo que muchas veces nos hace falta a los músicos es escuchar. Pero no estoy hablando de escuchar nuestro instrumento, sino de escuchar consejos.
Como músicos, muchas veces nos sentimos que ya sabemos todo, que por tocar bien debemos sonar más que otros… y más cosas como esa.
Mira lo que dice el libro más famoso del mundo:
“El orgullo lleva a la deshonra, pero con la humildad viene la sabiduría. Proverbios 11:2 (NTV)”
Debes aprender a escuchar lo que tu ingeniero tiene que decirte. Escucha su consejo, su opinión, y analízate en base a lo que te diga. Esto ayudará a que se pongan de acuerdo.
3.- Recuerda: No lo sabes todo.
Como músicos debemos entender esto, de una u otra manera.
A veces pensamos que sabemos más que nuestro ingeniero, y sabes? en ocasiones puede suceder.
Pero el hecho de saber un poco más acerca de algo, no te hará experto, y mucho menos te hará mejor persona que otro. En caso de que tengas cierto conocimiento, mayor al de tu ingeniero, tu deber será apoyarle, ayudarle a crear soluciones y no más problemas.
Y en caso de que no, por favor no pretendas saber lo que no sabes. Ten siempre una actitud de aprendizaje y de humildad (esta es la clave de todo). Verás que juntos podrán aprender y apoyarse mutuamente.
4.- Crea una mejor relación con tu ingeniero.
Para llegar a un acuerdo, lo más importante es mostrar tu apoyo.
Muéstrate siempre amable con tu ingeniero, llévate bien con él, invítale unos tacos o llévalo por un café y pasen un buen tiempo. Muéstrate amigo, y brinda tu apoyo. Sé alguien servicial con él, ayúdale a enrollar cables, a guardar las bocinas, a acomodar el escenario, ya verás como todo mejorará después de esto.
5.- Sé humilde.
Un músico creído es lo peor que puedes encontrar, aún más dentro de la iglesia.
Si tú eres de esos músicos que sienten que sus pies no merecen el suelo, créeme que no llegarás muy lejos, y no porque yo lo diga, sino porque lo dice aquél que te creó.
“Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.
Efesios 4:2 (NTV)”
Siempre sé humilde, escucha el consejo, recibe las correcciones, ten una buena actitud y tu servicio será mejor.
Pon en práctica estos consejos, estoy seguro que después de esto se terminarán las discusiones con tu ingeniero, y quién sabe, quizás se conviertan en muy buenos amigos.
¿Tienes algún otro consejo? me gustaría saberlo, no dudes en dejar un comentario.
¡Nos leemos pronto!