El proceso de un diamante es algo increÃble, porque ¿Cómo puede pasar de carbón, algo feo y sucio a diamante, un cristal hermoso? Para qué un carbón se pueda convertir en diamante tiene que estar muchos años bajo tierra, y es un proceso que tarda, pero al final es increÃble ver como a cambiado.
Asà cómo el proceso del diamante, es el proceso que Dios hace en nosotros para cambiarnos y hacernos conforme a Él, al principio somos como el carbón, manchados, sucios, pecadores, pero luego Dios nos transforma en diamantes y todo nuestro mal y naturaleza humana se van, y es ahà cuando Dios nos hace puros y cuando a través de Jesús somos perfectos para Dios.
Con Dios todo es un proceso, porque si no tuviéramos que pasar por un proceso para cambiar, no aprenderÃamos a tener paciencia. Muchas personas se desesperan y dicen: Dios ahora que, no he visto ningún cambio. Pero en realidad Dios está trabajando en nosotros aunque nosotros no nos demos cuenta.
El proceso es un tiempo en el que nos acercamos más a Dios y en el que empezamos a tener una comunión Ãntima con Él, aprendemos a buscar a Dios, a ver al mundo de una forma diferente y a ser como Él quiere que seamos.
Para qué Dios cambie tu vida, tienes que pedÃrselo y tienes que buscarlo con todo tu corazón.
Para qué Dios te cambie de verdad tiene que haber un deseo en tu corazón de ser cambiado y de vivir para Dios.
Asà qué si tu quieres ser cambiado, yo te invito hoy a que busques a Dios y a que lo aceptes en tu corazón, y le pidas que te cambie, y que te haga como Él quiere que seas. ¡Te invito a que tomes el reto y dejes que Dios te haga un hermoso diamante!