Dios reposó luego de la creación Génesis 2:2. El reposo en si, se refiere al descanso luego de la obra de la creación y el trabajo. El reposo como descanso tiene más sentido hoy en día, en un mundo tan ocupado y complicado.
En realidad, las características del reposo no son pertinentes para el mundo actual que vive al compás del reloj y que afirma que “el tiempo es oro”. Sin embargo, esto es cuando pensamos erróneamente en el descanso como algo propio. El reposo al que se refiere la Biblia no es un problema donde el tiempo en sí nos debiera pertenecer, más bien esto tiene que ver con el tiempo que le dedicamos a Dios en la intimidad, a escuchar su Palabra y a exaltar Su Nombre.
La madre de los fundadores de la iglesia metodista John y Charles Wesley, Susana Wesley, no tuvo una vida fácil. A la edad de 19 años se encontraba ya casada con Samuel Wesley, quien lamentablemente contribuyó a esta vida complicada con sus recurrentes deudas, pero aún en medio de esas situaciones, Susana mantuvo una profunda relación con Dios.
En su libro “El viaje”, el teólogo protestante Alister McGrath escribe acerca de ella: “No era fácil encontrar un espacio para entregarle a Dios, en medio de una vida de tantas ocupaciones y preocupaciones económicas. Sin embargo Susana creía firmemente que el “ejercitarse” a dedicarle tiempo a Dios, en medio de una vida tan atareada, era la esencia de la satisfacción individual y la tranquilidad espiritual”.
El secreto de la supervivencia espiritual de Susana se basó en cederle tiempo a su relación con Dios en medio de la difícil situación por la que ella atravesaba, por medio del reposo y experimentar la presencia de Dios en esa situación.
Pasar un tiempo de descanso con Dios, es esencial para el cristiano, no sólo da sentido a tu vida, sino que se vuelve nuestra felicidad; llevándonos por ende, a servir con un corazón entregado a Dios.
Hebreos 4:3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo.