Elisabeth Elliot, misionera de la “impenetrable” tribu Auca en el Ecuador.

El pasado lunes 15 de junio, a la edad de 89 años, falleció Elisabeth Elliot, una misionera originaria de Bruselas , Bélgica, quien con pocos meses de edad y junto a su familia, se trasladó a vivir a un barrio de Filadelfia en los Estados Unidos en el año de 1926.

Allí fue enseñada e instruida en la palabra de Dios, pero no de manera convencional, ya que ella decidió estudiar el griego clásico en el Wheaton College, creyendo que era la mejor herramienta para ayudarla con la traducción del Nuevo Testamento de la Biblia en un idioma desconocido.

Años más tarde, y, atendiendo al llamado del Señor, se dirige junto con su primer esposo el misionero Jim Elliot a la selva oriental del Ecuador para llevar el mensaje de salvación a la tribu Auca, quien al intentar hacer un primer contacto, lo asesinan; sin embargo, Elisabeth, a pesar de la tragedia, decide vivir con ellos dos años más para cumplir con el propósito por el cual Dios los había enviado.

Su trabajo allí no fue nada sencillo, ya que para poder transmitirles el evangelio, fue todo un desafío para ella, por sus usos y costumbres, y por supuesto, el idioma.

Sin embargo, una noche meditando en las Sagradas Escrituras, el Señor le da una palabra para cumplir con la misión por la cual Dios la hizo permanecer ahí, y ésta se encuentra en Isaías 43:10:

Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí; para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy…

“Descubrí mediante estas palabras, que una parte de ser testigo, es llegar a conocer a Dios”, y añade: “Hay un sólo camino para llegar a conocerle: la obediencia“.

Fue una gran labor misionera la que ella y su esposo Jim Elliot llevaron a cabo antes de que él falleciera, además de evangelizar, se dedicaron al cuidando de los enfermos de los indios quichua, (otra de las tribus de la selva), manteniendo así, pequeñas clínicas para su asistencia. Lograron crear en ellos, a través de la Palabra de Dios, un amor genuino por Jesucristo y la convicción real de la vida eterna en Él.

Lo maravilloso de la temible e impenetrable tribu Auca, es que, todo aquel que intentaba ingresar en su selva, no salía con vida, sin embargo, Elisabeth lo logró.

En 1963 decide regresar a Estados Unidos junto con su hija Valerie. En 1977 conoce a su tercer marido Lars Gren, un capellán de hospital, es decir, un pastor o ministro, que era asignado en lugares específicos además de hospitales, prisiones, escuelas barcos, etc., para predicar. Con él viajó y trabajó.

A mediados de los años 70´s Gren, se desempeñó como uno de los correctores de estilo del Comité de la Nueva Versión Internacional de la Biblia (NVI), de hecho, Elisabeth aparece como uno de los colaboradores de la misma.

Elisabeth Elliot, también dio uso a la tecnología: la radio; con un programa de nombre: “Puerta de Enlace a la Alegría”, en la emisora norteamericana Back to the Bible, mismo que se mantuvo al aire durante 13 años. Con ello continuó llevando el mensaje de salvación, llegando a un sinnúmero de personas.

Elisabeth Elliot fue una gran sierva del Señor y una reconocida escritora cristiana, que dedicó su vida al evangelio de Jesucristo y quien ahora se encuentra disfrutando de la presencia de su Salvador.