LONDRES, 24 de enero.- Una pequeña tableta de barro, de casi cuatro mil años de antigüedad, revela que el Arca de Noé era redonda y contiene instrucciones de la salvación de los animales, de acuerdo con un reciente descubrimiento del científico británico Irving Finkel.
El experto en escritura cuneiforme del Museo Británico mostró hoy la tableta, del tamaño de un teléfono celular, y explicó que en ella se encuentran las medidas del arca de Noé, que para gran sorpresa de todos “era redonda, en forma de una enorme dona con una superficie de 360 metros cuadrados y paredes de seis metros de altura”, dijo.
Según el descubrimiento de Finkel, a quien le tomó dos años descifrar la tableta, las instrucciones eran que la embarcación debía de ser insumergible y los animales tenían que abordarla de dos en dos, tal y como lo establece la historia bíblica del Arca de Noé.
Las instrucciones no contradicen la creencia religiosa establecida en el Antiguo Testamento”, según la cual Dios ordenó al profeta Noé construir un barco para salvar a su familia y varias parejas de animales del gran diluvio universal, afirmó a Notimex durante la presentación de la tableta de la antigua Babilonia.
El experto explicó que la historia del Arca de Noé tiene sus orígenes en Mesopotamia y para comprobarlo se ha convertido en “detective”, a fin de descifrar las inundaciones en Babilonia y las instrucciones precisas para construir la embarcación.
La miniatura escritura cuneiforme, el alfabeto más antiguo del mundo, utilizado por sumerios y babilonios durante tres mil años, delata que el arca debería ser redonda, con una superficie de una cancha de fútbol y reforzada con cientos de kilómetros de cuerda tejida a su alrededor.
De acuerdo con el propio Finkel, para decepción de muchos el Arca de Noé “nunca fue construido”.
Estoy 130 por ciento seguro”, aseguró el investigador del Museo Británico, “pero esto de ninguna manera contradice o descarta la historia del Nuevo Testamento, sino que ofrece un nuevo entendimiento de los orígenes del gran diluvio”.
Una segunda tableta, que data de 700-500 a.C., y traza un mapa del mundo con ocho triángulos, revela que el destino final de la tripulación sería el Monte Ararat, el pico más alto en Turquía.
En el libro “El Arca antes de Noé. Descifrando la historia del diluvio”, Finkel narra cómo la piedra, que pertenece a un coleccionista privado, llegó a sus manos por primera vez en 1985, pero no fue hasta 2011 que tuvo oportunidad de estudiarla.
A raíz del descubrimiento de “este objeto único e invaluable”, un equipo de expertos se ha dado a la tarea de construir la embarcación en la India, y se espera que los resultados de este invento sean televisados este año en un documental en Gran Bretaña y una decena de países en el mundo.
Sobre esta titánica labor, el científico del Museo Británico explicó que un equipo de ingenieros “expertos constructores de barcos” se encuentran reconstruyendo la mitológica embarcación.
Al ser interrogado sobre la resistencia del barco, el experto se limita a decir “no lo sé” respecto a si es insumergible y salvaría al mundo, tal y como lo estipulan las instrucciones escritas hace casi cuatro mil años en la tableta del Arca redonda de Noé.
Fuente: Excélsior