Para muchos es ya conocida la gran influencia que las redes sociales tienen en todo el mundo.
Permiten a las personas conectar con sus amigos, incluso realizar nuevas amistades, a fin de compartir contenidos, interactuar, crear comunidades sobre intereses similares: trabajo, lecturas, juegos, amistad, relaciones interpersonales.
Diluyen fronteras geográficas y sirven para conectar gente sin importar la distancia.
Perfectas para establecer conexiones con el mundo profesional.
Se puede tener información actualizada acerca de temas de interés, además permiten acudir a eventos, participar en actos y conferencias.
Podemos tener un sinfín de beneficios si utilizamos adecuadamente estos medios de comunicación masiva.
Como herramienta para difundir la Palabra de Dios, sin duda alguna es poderosísima, ya que podemos bendecir a muchas personas directa o indirectamente con palabras de vida o citando algún versículo de la Biblia. Te aseguro que habrá más de uno que será tremendamente, incluso, poderosamente bendecido y levantado al leerlas.
Usémoslas para cumplir con lo que Jesús nos mando a hacer, llevando el mensaje de salvación a través de ellas, es una increíble herramienta para atraer a muchas personas a los pies de Cristo.
A manera de testimonio te puedo decir que pueden ser un fantástico medio para que tus familiares, amigos o conocidos reciban a Cristo en su corazón y así, guiarlos a la puerta de la Salvación.
¿Quién no tiene una cuenta de Facebook o Twitter?. Utilicémoslas para ser luz y llevar las buenas nuevas de salvación y vida eterna.
Reflejemos que Cristo vive en nosotros, aún, en éstas redes sociales, lo que escribas dirá mucho de ti.
Deuteronomio 6:6-9 y Hebreos 4:12