Enviaron al planeta rojo la nueva “Arca de Noé” la semana pasada, la cual despegó rumbo al espacio desde el cosmódromo de Baikonur, Rusia, nave de nombre Soyuz con una particular tripulación, conformada por 45 ratones, 8 roedores de Mongolia, 15 lagartos, 20 caracoles, además de otros organismos vivos, como huevos de pescados, granos y plantas.
La prensa rusa, entusiasta, ha denominado a esta nave como la nueva arca de Noé; misma que estará en órbita un mes, y volverá a la Tierra el 18 de mayo. La idea es utilizar a estos animales para comprender los efectos de la ingravidez en sus organismos, lo que permitiría desarrollar nuevas técnicas para preparar a los cuerpos en la supervivencia en viajes espaciales extensos. Es el primer paso de un plan que apunta a enviar, en un futuro cercano, a una nave igualmente poblada a visitar Marte.
Cada grupo de animales está separado en distintos compartimentos; los ratones están equipados con implantes que miden, de manera constante, sus valores de presión arterial y frecuencia cardíaca. Teniendo estos resultados, comparando los valores correspondientes a antes, durante y después del viaje, los científicos rusos confían en obtener valiosa información para perfeccionar las medidas de seguridad y salud para futuros viajes largos con astronautas humanos.
La primera experiencia soviética de este tipo con un animal se hizo con la perra Laika, en 1957, que precedió el primer vuelo de un hombre al espacio, el de Yuri Gagarin en 1961. La perra murió al cabo de unas horas en el espacio.
Ref. La Jornada.
La necesidad en el ser humano de salvación y preservar la vida, es evidente, y la ciencia es uno de los medios a los cuales recurre cada día más.
La palabra de Dios nos dice que Jesús es el camino, la verdad y la vida! En el podemos preservarla, no sólo por un determinado tiempo, sino para la eternidad! Juan 14:6. Nosotros, los hijos de Dios, tenemos una esperanza viva. Y esta promesa es para todo aquel que decida creer en Cristo como su Señor y Salvador.