Probando Nuestra Confianza

¿Sabías que tu confianza en Dios es puesta a prueba?

En 1Pedro 4:12-16 en la (TLA) dice así: “Queridos hermanos en Cristo, no se sorprendan si tienen que afrontar problemas que pongan a prueba su confianza en Dios. Eso no es nada extraño”.

Y si continúan leyendo los cuatro versículos siguientes, nos explica cómo esto puede ser en realidad, una bendición de Dios para nuestras vidas.

Escuchando el otro día una predicación acerca de este versículo y específicamente con esta traducción, realmente me dejó impactada, y me pareció una revelación tremenda, ya que por supuesto, a ninguno nos gusta pasar por dificultades, sin embargo es muy cierto que todos los que hemos pasado por ellas, sin duda nos han formado, afirmado nuestra fe y fortalecido cada vez más nuestra confianza en Dios; porque al final sabemos, que siempre saldremos victoriosos de ellas. Esta es una promesa de Dios.

Santiago 1:2-3 (TLA) “Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades. Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades”.

Por otro lado, habrá momentos donde el mismo diablo nos pedirá para zarandearnos, por increíble que parezca, así es y la misma Biblia lo dice, cuando el Señor Jesús le dice a Pedro que satanás lo ha pedido para zarandearos como a trigo en Lucas 22:31, y aquí viene una explicación más sorprendente sobre esta palabra:

Zarandearos: Del griego siniazo, figurativamente por una agitación interna, probar la fe de una persona hasta que esté a punto de caer.

¿Cuántas veces ha pasado por tu mente, que el problema por el cual estás pasando es tan fuerte que sientes que ya no puedes más, al grado, de estar a punto de caer? ¿No es esto mismo, lo que le dijo Jesús a Pedro? Sin embargo el mismo Señor le dice en Lucas 22:32 “…pero Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.”

Si se dan cuenta, las pruebas que pasamos nos forman para que cuando otros estén pasando por las mismas dificultades una vez que las hayamos superado, nosotros, de la misma manera que hemos sido consolados, podamos consolar a otros.

Y, retomando Santiago 1:4, nos dice: que todo esto nos ayuda a ser mejores y ser obedientes. Pero ¡gloria a Dios! Porque Él ha prometido no dejarnos, sino estar con nosotros hasta el fin del mundo. Así que, ¡anímate!, porque lo que estás pasando, no lo estás pasando solo, el Señor Jesús está intercediendo por ti y te está preparando para llevarte a más.

Dios los bendiga!

Nadia Aguilar