Los rumores son especulaciones no confirmadas que se intentan dar por ciertas con un objetivo determinado, y que condicionan el comportamiento de los demás por encima de la información objetiva.
Los rumores transmiten con enorme eficiencia la información social ya que tienen un enorme potencial manipulador, porque las personas tendemos a ajustar nuestra propia visión del mundo, a la percepción de éste que tienen los otros.
Ha sido y es usado tanto como herramienta política como comercial, aparte del uso individual que le dan las personas anónimas para aventajar a alguien o a algo, o simplemente dejarle en mal lugar sin beneficio directo para el que inicia el rumor.
El rumor nunca tiene una fuente definida, aunque casi siempre trata de ubicar la fuente de la información lo más cerca posible del objeto sobre el que se informa.
Los chismes afectan profundamente a la reputación de una persona y condicionan el comportamiento de los demás hacia ella por encima de la información objetiva, señala un estudio realizado en Alemania.
Los rumores, la murmuración y el chisme es la conversación que hiere a otros. Veamos que dicen las Escrituras sobre esto:
1ª Pedro 3:10-12 El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones.
La Palabra de Dios es muy clara, pensemos bien antes de hablar, ya que nuestras palabras pueden destruir y con esto contristar al Espíritu Santo; más bien como dice en Efesios 4:29 que lo que salga de nuestra boca sea para bendición, y en todo caso si no hay nada bueno que decir, seamos sabios y callemos.
Seamos ejemplo como cristianos, andemos en integridad, siendo justos y hablando verdad en nuestro corazón.
