InspiraciónMinisterio Victor Torres noviembre 26, 2014
Falta poco para empezar un nuevo año y regularmente al comienzo de un año la mayoría de la gente tiende a evaluar sus prioridades. Claro, esto es algo muy bueno. De hecho, siempre he pensado que uno de nuestros problemas es que no nos evaluamos o examinamos a nosotros mismos con la suficiente frecuencia. Como dije en un principio ya va terminar este año, así que quiero animarte a evaluar el nivel en el que estas involucrado en el servicio al Señor. Enlistaré algunas razones prácticas para servir. Espero que tengas te de las razones para servir a nuestro Gran Gran Dios.
Entonces si te haz preguntado ¿Por qué debo involucrarme en servir a Dios en mi iglesia?, aquí te digo algunas razones.
A veces, en nuestro fervor bíblico para enfatizar que la salvación no es por obras, no somos capaces de apreciar plenamente que hemos sido salvados para hacer buenas obras (Efesios 2:10). De hecho, Dios te ha colocado en tu iglesia con el fin de que tu puedas ser edificado, de modo que puedas trabajar y servirle. Si nos permitimos seguir siendo sedentarios esto significa que estamos descuidando el mismo propósito de Dios para nuestra salvación y de otros. Al servir, sigues y te comportas como Jesús y con eso también lo glorificamos.
Varios pasajes bíblicos nos ayudan a entender el concepto de los dones espirituales. Entre ellos se encuentran Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios 4. En estos capítulos aprendemos cómo Dios en su gracia y sobrenaturalmente favorece cada creyente con su propio don distinto. ¡Qué gran privilegio!
En México donde vivo y radico abrimos los regalos de Navidad en Nochebuena. No importa el tamaño del árbol, parece que nunca es lo suficientemente grande para albergar el número de regalos debajo de el (digo, éramos 5 viviendo en mi casa). El árbol se ve en la mañana de Navidad vacío después de que todos los regalos se han repartido. Entonces los regalos comienzan su vida de utilidad después de que lo hayan desenvuelto.
Viéndolo de una manera peculiar, muchas iglesias son como ese árbol el día en Nochebuena. Albergan una serie de hermosas envolturas, que son regalos amorosamente que permanecen impasibles y todavía envuelto. Nosotros como creyentes hemos sido maravillosamente dotados por Dios para el servicio, sin embargo, muchos se quedan contentos anidando sus dones para ningún fin bajo el árbol.
Uno de mis relatos favoritos para mi es en el libro de Santiago donde nos enseña que la fe no es principalmente sobre lo que sabemos (o escuchado), y no es principalmente acerca de lo que decimos. En pocas palabras, la fe sin obras está muerta.
En mi iglesia nos encanta divertirnos y hacernos bromas y una vez al bajista le escondimos su bajo. El hecho de que el bajista tenia un miedo mortal al perder su bajo. La broma produjo el efecto deseado. El llanto, el llanto y el crujir de dientes. Si fue algo excesivo. De todos modos, seguimos escondiéndole el bajo tiempo después, pero ya no surgio el efecto como la primera vez. ¿Por qué? Ahora sabía que era falso que había perdido el bajo.
A veces, nuestra fe es cero o tal vez mínima y esta tiene como consecuencia que es vacía, nula, es decir no existe. La fe, que leemos y aprendemos en la Biblia es la que nos cuenta de grandes héroes, hazañas y de toma de decisiones difíciles o prácticamente imposibles pero salen victoriosos por que todo hicieron por la fe puesta en Dios. Cuando uno esta sirviendo en la iglesia en el área técnica por ejemplo, hay veces que uno debe tomar decisiones de fe por que fallo la luz eléctrica, el micrófono, la cámara, el internet, la consola, etc… y ahí es cuando la fe se activa para que la reunión salga adelante y la gente pueda escuchar y recibir ese toque de Dios.
Seguramente lo haz escuchado antes, en los evangelios esta registrado una petición de oración de Jesús. “Oremos por obreros”. Si todavía no estás involucrado, créeme que existe alguien en algún lugar donde está orando para que te involucres en servir. La necesidad es mayor cada vez que pasa el tiempo. Los campos son más amplios conforme pasa el tiempo y la tecnología. Relativamente los obreros como siempre pocos.
Recuerdo en mi preparatorio un principio para abrir un negocio se llama el principio 80/20. Básicamente, es lo siguiente: por lo general el 20% de la gente hace el 80% de la obra. Para la iglesia tiene una gran variedad de aplicaciones: el 20% sirve, el 80% lo recibe, el 20% de la gente hace el 80% disfruta. Es solo para dar una idea.
Pero la realidad es que no sé cómo es exactamente los porcentajes en una iglesia. Lo que sí sé es que me gustaría estar en el 20% o el % que sirve.
Cuando Jesús seleccionó a sus apóstoles, los eligió por que sabia que podían ser “como Él”. El servir está más a menudo “enlazado” con el principio que me imagino que fue lo que motivó a Lucas a escribir lo que Jesús comenzó a enseñanzar, es más eficaz cuando se hace con el ejemplo.
Recuerdo cuando era niño y veía a un maestro de niño que después se paso al área de sonido y también pasó con el líder de alabanza en la área tecnológica, entonces se resumen mas sencillo, ellos fueron los que inspiraron para que el día de hoy pueda tener una relación personal con Dios y así vez servirle con todo el corazón.
Entonces ¿Estas dispuesto que los niños aprendan de ti sobre el servicio, a ser positivo, estar motivados de servir y tener con corazón humilde?. Te prometo que algún día veras esos hermosos frutos tal vez no solo en tus hijos, si no en otros niños.
Recuerda, lo que Jesús nos encargó hacer es lo que Él demostró a sí mismo una y otra vez en su ministerio. Jesús siempre vio a la gente que tenia una necesidad desesperada y una frágil fe, Él los vio y no se fijo en la condición social, el origen étnico, la reputación, sexo, raza o edad nada le impedía para brindarles salvación.
Es decir hay que contextualizar lo que hacemos (incluyendo los lugares que vamos) en términos del evangelio, nos estamos perdiendo una gran parte de la razón por la que estamos aún aquí en este planeta.
Tantas historias que hay en la Biblia. Y hoy en día ellos pueden tener diferentes nombres y diferentes problemas, pero a fin de cuentas todos necesitan a Jesús. Y nosotros hemos sido comisionados para decirles.
Si vamos a llegar a cada ser humano con el evangelio, entonces necesitamos primeramente que cada cristiano abrace la gran comisión.
La hermenéutica es la ciencia de la interpretación de la Biblia. Obviamente, la Biblia es un libro importante, y debemos interpretarla en su contexto literal, gramatical e histórico.
Pero la comprensión de la Biblia implica el compromiso de obedecerla. “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.” (Juan 7:17). Al poner la Palabra de Dios en práctica en nuestras vidas, el Señor trae sus propósitos y su voluntad.
En las bodas de Caná, los siervos entendieron que Jesús y su camino era el mejor que los demás asistentes: “Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua” (Juan 2:9b). Es decir que el servicio a Dios aumenta tu conocimiento de El.
Hay dicho que dice: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.”
En la primaria jugué baloncesto y las palabras del entrenador fueron: Las bases del baloncesto es “inteligencia de juego” y “buen sentido para saber cuando pasar o tirar”, creo que no ganamos solo teniendo el conocimientos o memorizando innumerables esquemas de algun pizarrón. Creo que desarrollamos con el tiempo y en un sinnúmero de situaciones de juego estando en la cancha.
Lo que quiero decir que para una mejor comprensión de Dios y Su Palabra, pónte tus tenis y metete a la cancha para estar en la jugada. Es decir, ponte de rodillas, ora en lo secreto y lee tu biblia.
No soy un gran fan del cristianismo basado en el reconocimiento publico, digo, soy tecnoiglesiologo. Es decir que no hacemos el servicio con el fin de estar siendo aplaudidos por lo que hicimos. Por que sabemos que somos aceptados por Él. Dios no nos puede amar más de lo que ya lo hace. Sabemos que somos su tesoro especial, y Sus pensamientos sobre tí y de mi son preciosos e innumerables.
Así es como es como debe funcionar. Concéntrate en Él. Ver la incondicionalidad de El a nuestro favor. El descanso en su amor inquebrantable. Dejemos que la gracia nos fomente en agradarle, servirle y amarle. Recuerda que todo lo que hagas es por el Dios a quien amas.
Con esta mentalidad, los deberes triviales se convertirán en actos majestuosos de servicio. Agradar sirviendo y obedeciendo a Dios se convierte en una enorme recompensa.
no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. Efesios 6:6
Para nosotros los creyentes, sabemos que Dios siempre está mirándonos. Pero nuestra motivación no es por una obligación o por miedo. Lo que hacemos tiene un valor incalculable y sabias que una de sus recompensas por ser obediente es que podemos recibir al Espíritu Santo. Eso lo dice el libro de Hechos.
Uno de los principales beneficios de trabajar para el Señor es el cultivo de amistades genuinas. Aquellos a quienes nos sentimos más cercanos en la vida suelen ser aquellos con los que trabajamos. Adán y Eva comenzaron su matrimonio codo con codo, trabajando juntos, el trabajaba en el jardín y ella su ayuda idónea, contadora, consejera, etc. La estrecha relación que tenemos con los compañeros de trabajo a menudo supera incluso lo que compartimos con nuestros propios vecinos e incluso nuestra familia.
Algunos capítulos de la Biblia son más difíciles de leer que otros. Uno de ellos es Romanos 16, principalmente debido a que algunos de los nombres son imposibles de pronunciar. Pero lo que licita estos pasajes es que Pablo lleva tiempo valorando a sus compañeros de trabajo en el ministerio. Léalo, créeme que te hará bien a tu corazón.
Pablo y Bernabé, Pablo y Silas, Aquila y Priscila, Pedro y Juan, y demás consorcio que siguen.
Compañeros de ministerio son los mejores amigos de toda la vida y una gran fuente de estímulo.
Él me ama. Él murió por mí. Él me ha dado propósito. Me reuniré con él cara a cara. Algún día. Tal vez hoy. Pero se que algún día.
Participar en servir es una vida de servicio a Jesús, como Jesús y con Jesús. De hecho, es todo acerca de Jesús. Así de fácil y de sencillo.
Ahora si que no incentiva el servicio esta publicación…
¡Yo no sé qué cuentas le darás y que harás!
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Servicio a Dios
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