Jesús es el modelo perfecto para todos los ministerios. Él vino a enseñarnos con su ejemplo a ser hijos obedientes, así como él lo fue; a amar sin condición, así como el lo hizo. En la función del líder de Alabanza, una de las cosas más importantes que podemos aprender es expresarnos como hijos ante un Padre bueno y perfecto. Yo creo que esa es la razón por la cual Jesús indica que el Padre es el que busca los adoradores.
‘Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. ‘
Juan 4:23 (NVI)
Jesús agradaba al Padre con sus obras obedientes. Cuando declara en Juan 17:4: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese”, Jesús nos está enseñando que la adoración que el Padre busca es la que se desprende como olor fragante a través del altar de nuestros sacrificios de servicio y de obediencia.
En mi punto de vista, no hay un mejor pasaje en la Biblia del que podemos aprender a funcionar como líderes de alabanza obedientes delante del Padre, que el que está en 1 Crónicas 25. Los puntos más importantes que aprendemos de este pasaje son los siguientes:
1. El líder de Alabanza que busca el Padre, debe ser apartado.
- Asímismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos…(verso 1)
La primera característica de todo siervo de Dios es que sea apartado. Esto significa que ha sido “puesto dentro de límites”. En otras palabras, ha aceptado restricciones o reglas que son impuestas sobre su vida por aquellos que están en autoridad sobre él, con el fin de desarrollar un carácter íntegro.
David escogió a las familias de tres hombres para que fuesen apartados para el ministerio de la música y el canto.
Muchos músicos hoy en día atraen a la gente a causa de su gran talento, pero los reúnen para su propio placer y no para el placer de Papá.
Con esto debemos entender que Dios busca que como líderes de alabanza seamos apartados de todo aquello que nos hace correr riesgos que afecten nuestra integridad y sobre todo nuestra santidad, esto también es para que podamos guiar a aquellos que están bajo nuestra autoridad.
2. Debe estar bajo autoridad.
- De los hijos de Asaf:…bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes del rey. De los hijos de Jedutún:…seis, bajo la dirección de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa, para aclamar y alabar a Jehová. De los hijos de Hemán:…Y todos estos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban por disposición del rey. (versos 2-6)
Todo líder debe aprender a ejercer autoridad al funcionar primero bajo autoridad. Este principio es fundamental y es lo que determina si un líder de alabanza se convertirá o no en un verdadero “director”, para guiar a otros hacia la presencia de Dios.
Los líderes extraordinarios tienen una cosa en común: en algún momento aprendieron de sus directores, a los cuales se sujetaron en obediencia. No siempre fueron tiempos agradables, en algún momento siempre hay llamadas de atención y regaños, pero sin duda, fueron indispensables en la formación de su carácter.
En este pasaje vemos claramente que todos ministraban como hijos, bajo la dirección de su padre. Todo líder de alabanza tiene la necesidad de funcionar bajo un padre espiritual, que lo instruya, lo discipule y lo forme. Es por eso que los grupos de adoración deben tener una visión multigeneracional e incluir a todas las edades y a todos los miembros de la familia.
3. Debe ser instruido.
- Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para el Señor, todos los aptos, fue doscientos ochenta y ocho. (v.7)
Todo líder excelente sabe que la instrucción no es una opción. Sin la adecuada preparación fracasaremos, pues Dios no bendice nuestras intenciones, sino nuestras acciones. Recuerda que la fe sin, obras está muerta.
Es claro que una instrucción total requiere madurez de parte de los que las dan. Se necesita que éstos, no sólo sean buenos músicos o cantantes, sino también personas de fe, que den un ejemplo con su vida, su familia y su ministerio.
Donde no hay padres, hay rebelión, pues el enfoque está en las habilidades y no en el corazón. El ejemplo práctico, el hacer la obra juntos, es muy necesario en la instrucción a los hijos para enseñarles los aspectos prácticos del ministerio. De este modo se garantiza el éxito de cualquier ministerio, y en este caso, el liderazgo en la Alabanza.
Si tienes el privilegio de ser parte del liderazgo en la iglesia, que no se te olvide que no eres un jefe. Tu trabajo no es mandar a como se te antoje, y regañar o humillar a otros sintiéndote superior, tu mayor deber es guiar a aquellos que están bajo tu cobertura, dales el ejemplo, impúlsalos y sobretodo… hónralos así como ellos te honran a ti, y ámalos así como ellos te aman.
Ser líder es una gran responsabilidad y cuando se abusa de esa autoridad tiende a lastimar a la gente cuando no se lleva a cabo el liderazgo correctamente. Sigue el ejemplo de Jesús, el líder más grande que ha existido, y existirá. Él antes de juzgar; abrazaba, antes de señalar; aconsejaba. Sé cada día más como Jesús.
En conclusión, un líder de alabanza es barro manos del alfarero, en constante proceso.
El mejor consejo es: Déjate moldear y guiar, para que sí puedas guiar a otros.