En hechos 9 nos relata de la historia de Saulo de Tarso que era un hombre brillante y entrenado en la religión Judía, pero no conocía personalmente a Jesucristo, estaba tan rebelde contra Cristo que hacía todo lo posible para perseguir, difamar y destruir a los primeros cristianos.
Un día, fue de viaje a Damasco para conseguir que las autoridades le permitieran perseguir con mayor fuerza a los cristianos. Yendo así de camino a Damasco para obtener dicho permiso, una luz brilló del cielo a su alrededor y él cayó a tierra. Luego oyó la voz de Jesús que le decía:
“Dura cosa te es dar coces contra el aguijón” (Hechos 9:5)
Coces significa patadas, estas palabras era una expresión proverbial de aquella época, basada en la imagen de un buey que da patadas contra el mismo aguijón con que el conductor del buey lo estimula para seguir arando.
Saulo queria persistir en algo, queria seguir con una actitud que lo único que hacia es hacerle más mal.
¿Alguna vez fuiste picado por el aguijón de una abeja? ¿Como duele verdad? Imagínate ser picado por él más de una vez y aún peor ir a dar patadas sobre él provocándolo para que te vuelva a picar. Que necedad, verdad?
Es como querer que te peguen en el lugar que te duele, o peor, pretendiendo que por eso te deje de doler, cuando por lo contrario, solo ganarás que te duela más.
En esta palabra, Dios nos llama a no insistir, a no persistir en lo que no es bueno para nosotros, no nos dará buenos resultados y no avanzaremos, no va a solucionar aquello que pretendemos solucionar ya que solo va a empeorar.
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Santiago 1:22
La fe sin obras es muerta, revivamos nuestra fe con una actitud que muestre nuestra confianza en Dios.
Ten fe para tomar actitudes que traigan soluciones a tus problemas. Dios es fiel, él va a hacer todo lo que tenga que hacer para bienestar tuyo. Amén. Cuanto nos ama el Señor!
Con amor
Ale Abiu