Siga al pie de la letra los siguientes pasos para perder tu virginidad:
- Escoja a una pareja con la que usted estaría tranquilo de ver a su hijo(a) comenzar una relación.
- Defina el día, lugar y hora para el acto sexual. No olvide reservar un buen cuarto en un hotel 5 estrellas, este día es especial.
- Imprima invitaciones, publíquelo en Facebook, Twitter, Google Plus, cualquier red social y cuénteselo sin pena a sus papás y a los papás de su pareja.
- Pídale a los papás de su pareja, a los suyos, un familiar o un amigo muy cercano a ustedes que los lleven al hotel que han escogido para esta ocasión especial y que lleguen por usted al día siguiente.
- Asegúrese antes de tener relaciones sexuales de guardar el vestido de novia y el traje de novio para que no se arruguen.
Así se pierde la virginidad, como Dios manda. En paz, sin vergüenza, sin remordimientos, con la bendición de Dios, de los papás, de todos los familiares y amigos cercanos. Y el día de la boda cuando estés en el altar de la iglesia y digas, sí, acepto y te comprometas a vivir bajos los principios de Dios con la pareja que decidiste amar hasta que la muerte los separe.
Yo veo la virginidad como un regalo único para una persona única. Esta persona única y especial nunca será un novio(a) aunque ya estén comprometidos. La única persona es con la que dice en el altar de la iglesia: sí, acepto, en las buenas y en las malas y hasta que la muerte nos separe.
Dios prohíbe las relaciones sexuales antes del matrimonio y fuera del matrimonio no para evitarnos vivir, sino para evitarnos sufrir. Ese sufrir es vivir en maldición uno y puede llegar hasta heredar esa maldición a nuestras siguientes generaciones. Por que la fornicación crea maldad, perversión, inmundicia, esclavitud e incluso la muerte. La pornografía, la prostitución, el sexthing, la masturbación y tantas que se podrían mencionar.
Si tu tienes problemas de este tipo y crees que nadie no lo sabe y nadie te puede ayudar, déjame decirte que Dios lo sabe y te quiere ayudar. Te recomiendo que acudas con tu pastor de jóvenes para que te pueda ayudar y orientar mas de cómo vivir en el temor de Dios. Recuerda que el temor a Dios no es vivir con miedo hacia El, si no vivir bajos sus principios para no herir o lastimarlo a El como si fuera tu comprometido(a).