Todo músico, o grupo de alabanza, llega a un nivel en el que ya tiene composiciones, letras, canciones propias y desea grabar su disco, pero en el haber del proceso muchas veces tenemos dudas de que es lo correcto o lo mejor que podemos hacer para que suene bien, para que sea una buena producción. Aquí les traigo unos conceptos aplicables a la hora de mezclar y masterizar y que podamos llegar a tener un excelente disco que pueda llegar a tocar los corazones de la gente y principalmente, ministrar a Dios.
La mejor producción comienza desde la entrada.
Enfocándonos directamente en el audio. Es súper importante que elijamos bien desde el comienzo que instrumentos y que micrófonos usaremos, y tener en claro que sonido queremos lograr. Si bien, se pueden hacer maravillas a lo largo del proceso de producción, ya sea con procesadores electrónicos, con trucos de grabación etc., si desde el principio nuestro instrumento o micrófono es optimo para la grabación y una correcta colocación de los mismos, será mucho mas fácil y menos aditiva o destructiva la mezcla, y por consiguiente la masterización.
La Mezcla
La mezcla es uno de los procesos más delicados y creativos de la producción de una canción. El objetivo es conseguir un reparto equilibrado de las frecuencias, volúmenes y planos o capas de los instrumentos/voces de forma que la escucha sea agradable y/o apropiada a lo que se intenta transmitir con cada canción. Para ello se controla el espectro de cada instrumento (ecualización), la dinámica (volumen, compresión, expansión, limitación) y la profundidad (reverberación, retardo).
Hay varios factores a tener en cuenta, muy importantes, antes de adentrarnos en el proceso de la mezcla:
REPRODUCCION Y MONITORIZACIÓN
El tener una correcta referencia es la mejor de las ayudas para determinar el sonido de una pista. Debido a que cada sistema de escucha es diferente y no existe ni habitación perfecta ni monitores infalibles, en los estudios se suele tener varias parejas de monitores de diferentes tamaños y calidades para conseguir el mejor sonido posible. Un amplificador que no distorsione la señal (algunos monitores los trae incorporado) y una tarjeta de sonido con una buena señal/ruido y respuesta en frecuencia (la mayoría) completan el paquete.
La colocación de los monitores y las reflexiones en la sala son factores muy importantes. Unos altavoces muy cerca de la pared o de alguna esquina sobrecargarán de graves tu escucha, de forma que las mezclas sonarán faltas de esas frecuencias. Así mismo, una habitación con reflexiones incontroladas creará eco o realzará alguna frecuencia.
LOS EFECTOS
Existen un grupo de efectos básicos y de su calidad dependerá en mayor o menor medida la calidad del resultado. Como antes comenté, los más importantes son la dinámica, ecualización y retardo/reverberación, imprescindibles para cualquier mezcla.
No existen reglas fijas sobre su uso, aunque daré algunos ajustes “estándar”, sin profundizar.
Los efectos se pueden usar de dos formas, como inserción o como envío. En el primer caso el efecto sólo actúa sobre la señal de entrada (una pista o un grupo de ellas). En el segundo caso, puedes elegir de cada pista qué cantidad de esta debe ser afectada por el efecto mediante un control de envío.
Los efectos de inserción suelen ser los de dinámica (compresores, gates) o de frecuencia (ecualizadores). Los efectos de envío suelen ser los de tiempo (reverb, delay, eco) aunque insisto en que no hay reglas fijas.
EL FACTOR HUMANO
La mezcla si bien es un proceso cuantitativo y también una disciplina, también depende del gusto del que esta mezclando, el tipo de canción, el sonido que se desea lograr y del gusto del ejecutante. Además, hay otros factores importantes que influyen negativamente, como el cansancio auditivo. El entrenamiento es el arma más poderosa y, en tiempos en donde la tecnología está al alcance de todos, decisiva.
PREPARACIÓN
Hay una serie de pasos útiles antes de comenzar una mezcla. En primer lugar es muy recomendable escuchar unos minutos de tu música favorita para ir “calibrando” tu audición con respecto a los monitores que tengas. Esto es especialmente útil cuando el sistema a usar no es el habitual o no estás en tu estudio.
Las pistas del tema deberían estar bien alineadas y organizadas dentro del software a utilizar. Para acelerar el proceso se puede preconfigurar algún efecto general, tipo reverb o delay. El primer paso antes de comenzar una buena mezcla es escuchar el material a mezclar. Esta práctica te proporciona una visión global de la canción, muy útil para enfocar la mezcla en una u otra dirección.
Hay quienes recomiendan comenzar a mezclar en mono. La razón es que en mono es más sencillo ajustar la ecualización y equilibro de todas las pistas. Además, se ocupa todo el espectro antes, de forma que al volver al estéreo el sonido es más amplio y espacioso. Yo te recomiendo siempre alternar y monitorear ambas señales, tanto en mono como en estéreo, para cuidar que la mezcla no tienda a sobrecargarse.
Los pasos que voy a describir están orientados para una mezcla pop-rock más o menos estándar y pueden ser aplicados a todos los demás estilos. ¡Ojo! Te cuidado del estilo que vas a mezclar, ya que estos parámetros no siempre se aplican a estilos como Jazz, Blues, etc. La mejor forma de aprender es trabajar con referencias, es decir, escuchando canciones o un disco con sonido similar a lo que buscas
¡Comencemos!
LA PERCUSIÓN
En la mayoría de los estilos musicales, la percusión y el bajo son los elementos que llevan el peso de la canción y más concretamente la batería, por lo que será nuestro primer elemento a tener en cuenta.
La batería, consta habitualmente de los siguientes elementos: bombo, tarola o caja, hi-hat, tambores y platillos, que se microfonean indivudalmente (incluso con varios micrófonos, como la tarola o el bombo). Además, cuando estamos mezclando una batería acústica contaremos con las señales de overhead (micros situados sobre la batería). Hay cientos de formas de mezclar una batería, pero siempre es determinada por el estilo musical y el número de micros empleados. En nuestro caso, tomaremos como ejemplo una mezcla compleja con muchos micros.
Bombo
El primer paso consiste en aplicarle al bombo la siguiente cadena de procesamiento.
Gate -> EQ -> Compresor
El Gate: Sirve para cortar/aislar los bombos y evitar que se cuele el resto de los instrumentos. No existen ajustes mágicos, pero se puede obtener mejor resultado si tiene una función de encadenado (sidechain) ajustada para actuar sólo con las frecuencias graves
Orden de la cadena EQ+compresor: El orden entre la ecualización y el compresor puede ser crítico. Como regla general, el orden depende de la transparencia del compresor y del efecto a conseguir. Como transparencia entendemos cuando un compresor afecta únicamente a la dinámica y no altera el el sonido. Los compresores a bulbos, por ejemplo, no sólo comprimen la señal (cada uno con su personalidad), si no que la saturan o la colorean, por lo que muchas veces se opta por colocar el ecualizador después del compresor para corregir dichas coloraciones. Como contrapartida puede ser que la señal previa contenga mucha energía en frecuencias que no nos interesan, por lo que convendría entonces ecualizar a la entrada, (antes del compresor) para evitar que el compresor sobreactúe (o no actúe convenientemente).
Pan: Al centro, para evitar el cambio de peso de la canción. Antiguamente, con el nacimiento del estéreo se situaba en alguno de los lados, muy abiertos. Hoy en día sólo se hace cuando se busca un sonido retro.
EQ: 80Hz es la zona de la pegada, por lo que se puede realzar si le falta. 250 Hz es una frecuencia bastante delicada, suele chocar con el bajo, por lo que se puede recortar si vemos problemas. 1 – 5 Khz es ideal para darle presencia.
Dinámicos: Gate y compresor. El compresor debe tener ataque y decaimiento rápidos, con un ratio alrededor de 4:1.
La tarola o caja
Suele grabarse con dos micrófonos, uno para recoger la parte superior y otro para el entorchado y se tratan independientemente.
Un detalle a tener en cuenta es la fase, pues a veces se producen cancelaciones entre los dos micros, por lo que habría que invertirla en uno de ellos. ¿Y como saber si esta desfasada la tarola? Como tip haz el siguiente ejercicio: mantén el volumen del micrófono superior en buen nivel, y baja completamente el del entorchado, cuando vayas subiendo el volumen de éste ultimo, si al llegar al nivel del micrófono superior se van perdiendo las frecuencias graves de la tarola, entonces está desfasada, es entonces cuando aplicas el cambio de fase en alguno de estos micrófonos. Pero no te fíes de la primera impresión, intenta lo mismo, pero ahora con la fase invertida, así comprobarás si esta desfasada o no, y podrás tomar la mejor decisión.
La cadena de efectos es la misma al bombo y el tratamiento de dinámica es similar.
Pan: Al centro.
EQ: Cada tarola es un mundo, pero hay frecuencias clave. 100 Hz para darle más cuerpo, entre 250 y 750 Hz para cajas que suenen acartonadas y 5 Khz para darle brillo.
Dinámica: Gate y compresor con valores similares a los del bombo.
FX: Un poco de reverberación brillante, la misma que el bombo pero en mayor cantidad. En ciertos estilos se suele usar también una reverberación de tipo “ gated ” con un retardo de unos 40 ms. Este tipo de reverb se hizo popular gracias a la canción “In the air tonight” de Phil Collins. Consiste en una reverberación seguido de un Gate, que corta la cola y hace que la tarola suene mas grande.
Los tambores
Son bastante problemáticos debido a que esos micros recogen el resto del set . Parte del problema se resuelve mediante un Gate, aunque yo te recomiendo mejor editar cada pista recortando los momentos donde no aparezcan, aunque lleva mas tiempo de edición hacerlo.
Para el resto, el tratamiento es similar al de la tarola.
Pan: Se recrea la posición natural de los tambores, en la mayoría esta posición es como si la estuvieras viendo de frente como publico (derecha a izquierda), aunque hay quienes lo hacen al revés, como si lo estuviera viendo el baterista (izquierda a derecha), toma en cuenta que también tendrás que cruzar los overheads.
EQ: 100 Hz para darle cuerpo. Recortar entre 300 y 750 Hz para evitar que los tambores suenen acartonados.
FX: Igual que tarola.
Los overheads
Es una pista estéreo (o dos mono) que contiene el sonido de toda la batería desde arriba. Dependiendo de su colocación y del tipo del micro, lo contendrá de forma más o menos equilibrada, por lo que su utilidad es variada. En muchos casos se usa sólo para recoger el sonido de los platos (cortando graves hasta 1 Khz) o para añadir ambiente al resto de los elementos, en combinación con los otros micros más lejanos. Sin embargo, en lo personal, yo comienzo a mezclar la batería a partir de los Overheads, sin cortes, ya que al contener toda la batería solo irás añadiendo los elementos para que se oiga realmente el sonido interpretado por el baterista, y también evitarías que se oigan desfases en la misma, toma en cuenta que si se llegaron a colocar mal éstos micrófonos, nuevamente tendríamos problemas de fase y la batería completa carecería de cuerpo y de presencia.
Pan: Totalmente abiertos o en estéreo.
EQ: Se pueden reforzar sobre 8 Khz o más para darle más aire. Dependiendo de su uso, se suele cortar por debajo de 250 Hz para evitar cancelaciones de fase o más arriba si se quiere sólo los platos.
Dinámicos: A gusto de cada quien pero puedes poner un poco de compresión (no más de 3 dBs) con ataque y decaimiento largos y no mucho más de 3:1 de ratio mejoran la dinámica.
FX: Nada o un poco de reverb.
Si tenemos pistas individuales para cada plato y para hi-hat, podemos usarlas para reforzar los overheads. Todos se tratan de forma similar: se recorta hasta 400 Hz y un poco de reverberación.
Platillos
Pan: Replicando su posición real.
EQ: Recorte hasta 400 Hz. Se puede reforzar entre 8 y 15 Khz para darles más brillo o aire.
Dinámicos: No precisan compresor en muchos casos, pero se puede hacer para controlar más la dinámica o añadir más sostenimiento.
FX: Nada o un poco de reverberación.
En algunos casos, pueden grabarse pistas de ambiente y PZM (canales con micrófonos piezoeléctricos para ambiente) sitúan la batería en el contexto de la habitación donde fue grabada, y en muchos casos sustituye a la adición de reverberación. El tratamiento es idéntico al de los overheads.
EL BAJO
El elemento conductor de la armonía y posiblemente uno de los más sencillos de mezclar. Es muy importante que la grabación sea la correcta y aplicar una buena dosis de compresión durante la mezcla. Al contrario de lo que muchos piensan, no hay que recortar nunca en graves (a menos que sature, claro). Un refuerzo en 100 Hz para darle más cuerpo y entre 2 y 3 Khz para darle más presencia en la mezcla. Importante no forzar sobre 250 Hz demasiado porque, aunque en unos monitores pequeños suene mejor, embarraría la mezcla.
Pan: Centrado, junto al bombo, la tarola y la voz, son la base de la canción.
EQ: 100 Hz para darle más cuerpo. Entre 2 y 3 Khz para darle más presencia.
Din: Ataque y decaimiento largos. 4:1 de ratio es un buen punto de partida.
FX: Un poco de saturación de bulbos suele hacer mucho bien. En algunos estilos en los años 80 se le agregaba efecto de coro o flanger, etc, que no le hace demasiado bien en la mayoría de los casos, exceptuando el wah-wah.
LAS GUITARRAS ELECTRICAS
Debido a la diversidad de estilos y técnicas, sería muy difícil establecer reglas para colocarlas correctamente en la mezcla, pero si deseas conocer a fondo alguna técnica para un estilo en específico, con gusto estaré contestando tus dudas. Como norma general, se deben cortar por debajo de 150-200 Hz para evitar que choquen con el bajo y el bombo.
Pan: Depende de su uso. Si son rítmicas y están grabadas dobles, se pueden usar totalmente paneadas. Si es un riff o un solo quizás al centro. Si va de acompañamiento a un lado.
EQ: El recorte de graves le viene bien. Si no, la mezcla se enturbia. El resto de los ajustes de EQ depende del estilo y pueden ir desde la famosa curva en V del metal hasta las guitarras funky llenas de medios.
Din: Un poco de compresión, ataque y decaimiento medios y ratio sobre 2:1 a 3:1, facilitan su integración en la mezcla.
FX: De todo un poco.
LA VOZ
Un defecto importante es la silibancia, que se corrige con un deeser . El deeser es un compresor encadenado ( side chain ), en el que la señal de disparo es la misma de entrada filtrada para resaltar la silibancia. De esta forma, cuando se produce el defecto, actúa el compresor. La silibancia suele darse entre 5 y 8 Khz.
En algunas, y solo en algunas ocasiones, cuando la voz va haciendo coros lo mejor es tener un bus con todos las pistas y comprimirlos y ecualizarlos juntos. Aunque no siempre es lo mejor, mucho depende de -cómo les decía al principio- el factor humano.
Pan: La voz principal debe ir siempre al centro. Los coros se suelen abrir en estéreo un poco, pero no demasiado.
EQ: Recomendada: un recorte de graves (filtro paso alto), sobre 200 con una curva suave para mejora la definición y entre 7.5 y 10 Khz para darle brillo. En el caso de los coros, se puede cortar más arriba (400-500 Hz). Esto hará que se empasten mejor.
Din Recomendada: compresor, ratio de entre 2,5:1 a 4:1, con un ataque y desvanecimientos moderados. Deeser (tipo específico de compresor con ecualizador encadenado) para corregir la silibancia (seseo de la voz).
FX: Recomendados: Reverb tipo placas (Plate), predelay 30 ms y tiempo de reverberación de 1.5 segundos. Recorte de graves de la reverberación hasta 400 Hz. Retardo estéreo sin realimentación ( feedback ), con tiempos de 20 y 30 ms. La voz puede llevar otros retardos o reverberaciones a la vez, para adecuarla al estilo del tema.
La voz suele ser el elemento principal, por lo que es recomendable usar el mejor compresor y ecualizador disponible.
Resto de instrumentos
En general, estos instrumentos van acompañando al resto, por lo que suelen estar recortados en graves para que empalmen mejor en la mezcla y panpaneados fuertemente para no restarle peso a la canción, a excepción en los momentos en los que son solistas.
Tal como comentaba, lo más importante de una mezcla es el equilibrio entre la voz y la parte rítmica, por lo que prestaremos especial atención al balance voz-bateria-bajo que es donde reside la magia de la canción
Una vez que están equilibrados, situamos el resto de los elementos. Cuando todo suene a nuestro gusto, levantamos ambientes poco a poco y se corrige el sonido del resto de los instrumentos para mantener el mismo equilibrio con la voz, momento para introducir el bajo y tener el corazón de la canción.
En este punto lo ideal es agregar las guitarras y darles el protagonismo deseado. Las guitarras rítmicas suelen ir fuertemente paneadas. Como estamos haciendo todo este proceso alternando en mono/stereo, podremos comprobar la fuerza relativa de la suma de las guitarras en comparación con la base rítmica + voz. Después de introducir las guitarras, podremos introducir los sintes, pads, cuerdas, etc, e ir recortando su espectro acomodándolos con la ecualización.
Cuando la mezcla suene correctamente y equilibrada, es el momento de escucharlo totalmente en estéreo. Notaremos cómo hay ciertos instrumentos, como las guitarras, que suenan demasiado alto y algunos efectos (reverberación y retardo, por ejemplo) suenan demasiado evidentes, por lo que procederemos a hacer las pertinentes correcciones, comprobándolas constantemente en mono para tener una mezcla coherente en ambos formatos.
¡Automatiza!
Durante la mezcla, se suele automatizar muchos parámetros, como volúmenes y envíos de efectos, dándole énfasis a distintas partes o, simplemente, equilibrando la dinámica. Especialmente interesante es añadir eco o reverberación a ciertas palabras de la voz, o mover objetos en el panorama.
Material de apoyo:
Técnicas de microfoneo de Shure
Consideraciones generales sobre ecualización, Reberverancia y paneo. Darío Delbono
Tabla de frecuencias y parámetros de compresión. Darío Delbono
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