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¿Como puedo apoyar a mi pastor?

En medio de todas la cosas tecnológicas que se hacen antes o después del servicio o reunion en la iglesia, (a lo que a veces le llamo un caos controlado), surgen muchas cosas que requieren nuestra atención y pronta reacción, pero te quiero preguntar… ¿Cuántas veces has visto la necesidad de tu pastor, cuantas veces lo has alentado? ¿Alguna vez los has hecho después del servicio o reunión? Con esto no quiero referirme al hecho de darle por su lado o ser adulador hacia su  persona; me refiero a ayudarle a poder realizar correctamente su labor, apoyarle y alentarlo.

El trabajo de un pastor es uno de los ministerios más difíciles, aislados y emotivos. Un pastor recibe llamadas, emails o whatapps de emergencia, de peticiones de oración llenos de agobios de la congregación. Son ellos los que tienen que mantener una buena cara cuando cada fibra de su ser podria estar gritando o llorando por dentro.

Los pastores no se permiten tener un día de “descanso“. Los pastores trabajan 7 días a la semana. Incluso cuando toman un día libre no están lejos del yugo de la congregación con gusto lo usan para servir al Cristo.

¿Sabias que tu pastor necesita “algo”  que tu tienes? si de ti, del equipo técnico, los tecnoiglesiologos, si, nosotros, los tecnos.

Te quiero compartir 8 puntos que necesitas conocer para apoyar a tu pastor:

  1. Excelencia en la producción.
    Aquí sale sobrando mencionar que todo se debe hacer en tiempo y lo mas profesionalmente posible; pero siempre yendo de la mano con la inventiva y creatividad del Espíritu Santo que debe conjuntarse con lo que esta hablando el Señor al pastor.
  2. El pastor te necesita tanto como tu lo necesitas.
    Recuerda que somos un cuerpo. Unos somos los ojos, los oídos, la boca o la voz. Pero todos somos un mismo cuerpo, un mismo equipo.
  3. Obediencia, es bendición.
    Si a tu pastor El Espíritu Santo le da una orden en el último momento, es tu responsabilidad ayudar a hacer los cambios necesarios, con entusiasmo y profesionalidad sea en el área que sea. No importa si es en el último minuto, siempre cuidando que esto sea optimo y viable.
  4. Servicio o reunión perfecta.
    Un servicio o reunión excelente no significa que uno que no tuvo problemas técnicos, que no fallo la pantalla, hubo feedback, fallo la cámara. Si no es aquella reunión en la que el poder de Dios se manifiesta en el lugar y la gente es tocado por el mismo Espíritu Santo.
  5. Agradecimiento mutuo.
    Pase lo que haya pasado, si fue excelente, bien, regular o mal, hay que ser agradecidos entre el equipo técnico y ministerial, diciendo que hicieron un buen trabajo, incluso comentar que es lo que hay que mejorar; y que mejor haciéndolo durante el tiempo final de oración y si es posible pedirle a tu pastor que ore por ti y los demás tecnoiglesiólogos.
    Siempre hay que decir gracias. Esto hace un mundo de diferencia y ayuda a saber que estamos en el mismo equipo.
  6. ¿Errores? ¡Claro, somos humanos!
    Podemos cometer errores UNA VEZ. Entonces, debemos encontrar la manera de evitar cometer el mismo error otra vez. Siempre tenemos que estar un paso adelante. Esto en la iglesia y en la vida real. Se dice que el ser humano es el único ser vivo que comete el mismo error 2 veces… Rompamos con esta leyenda.
  7. Retroalimentación.
    Pedir comentarios sinceros a tu pastor acerca de cómo vio el servicio técnicamente. Aquí te recomiendo hacer esto de forma regular, mensualmente, esto es para mejorar.
  8. Ten en mente siempre esto.
    Tu pastor te ama y quiere lo mejor para ti y la congregación. 🙂

Nuestros pastores viven en un mundo de áreas grises. Nosotros, como tecnoiglesiologos, tendemos a vivir en un blanco y negro, se puede o no se puede, es posible o no es posible. Si podemos empezar a ver las cosas desde el punto de vista como nuestros pastores, vamos a ser capaces de servir mejor a Dios y apoyarles. Esto te ayudará que sea más confortable tanto para ti como para ellos.

Te dejo aquí un video que te tocará el corazón y hará que ores más por tu pastor:

Ellos nos necesitan para hacer las cosas bien para que puedan hacer las cosas bien que Dios les pide. Por que somos un cuerpo, somos un equipo.

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