La Palabra de Dios es clara en que nuestra mente tiene que ser cambiada.
Romanos 12:2 – No se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.
Para renovar tu mente tienes que enfocar tus pensamientos en la Palabra de Dios y ponerla en práctica porque eso es lo que te transforma.
Hebreos 4:12 – Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Santiago 1:22 – No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.
Santiago 1:25 – Si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia.
En conclusión, tenemos que entender la Palabra de Dios meditando en ella y aprendiéndonosla para así ponerla en practica con el fin de que Dios nos transforme nuestros pensamientos. Es un tema de obediencia. Saludos.