Una de las historias de la palabra de Dios que mas me llegan al corazón es aquella en la cual Dios llama y le habla Samuel.
“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.”
I Samuel 3:10
Muchos de nosotros hemos vivido por años sirviendo dentro y fuera de nuestra iglesia, con actividades ministeriales que llenan nuestras agendas varias horas por semana. Pero, ¿A cuantos de nosotros nos ha sucedido lo que le paso a Samuel? ¿Porque Dios solo le habla a algunos y no a todos? ¿Como puedo saber que Dios me está llamado?
Al leer I de Samuel entendí algo muy importante; Dios llama a los que le buscan.
Si tienes talentos, dones y sabes que Dios tiene un propósito para ti, lo primero que debes de hacer es buscar a Dios; Samuel escucho la voz de Dios porque el ministraba al Señor y pasaba tiempo en Su presencia.
El hecho de servir a Dios no significa que tengas una relación personal con El. Muchos de nosotros vivimos una vida de activismo, en la cual ponemos prioridades antes de pasar tiempo con Dios.
Deja ya de buscar los milagros y comienza a buscar la fuente de los milagros, Dios te llama primeramente a tener una relación personal con Su Espíritu Santo; busca su Presencia y seguramente comenzarás a escuchar su voz, tal vez no la reconozcas al principio, como le sucedió a Samuel, pero después de que la reconozcas ya nada será igual.