Tener un corazón conforme al de Dios es hacer todo lo que él quiere. Hechos 13:22
No hay experiencia más bella, que conocer el amor de Dios. No conozco sentimiento más puro y sublime que supere ese amor que Dios nos da, cuando lo conoces, él se convierte en tu deseo más grande.
Un momento en su presencia, y uno nunca vuelve a ser el mismo, cuando dejas que él te tome y te toque, cuando dejas que te moldee, trate y transforme, tu vida comienza a tomar el rumbo adecuado y entonces, todo comienza a tener sentido. Cuando esto sucede, y le dejas que él te renueve y transforme, es un comienzo para tener un corazón conforme al de Dios.
Cuando obedeces su palabra, las promesas comienzan a cumplirse en su vida. Todo lo que Dios nos manda a hacer tiene un propósito: el de bendecirnos.
Cuando te sometes a su voluntad no es para que tu vida sea una vida de esclavitud o de restricciones, al contrario, tu vida comienza a tener color, todas tus cargas son quitadas, cuando entras en su voluntad tus aflicciones se van, heridas son sanadas y todo ese vacío que hoy sientes, él lo comienza a llenar.
Cuando tienes un corazón conforme al de Dios, tu vida es mejor; no sólo experimentas las bendiciones que conllevan el obedecer, sino que tu realidad misma cambia. Si antes no podías conciliar el sueño, la paz que él te da y que sobrepasa todo entendimiento, hará que por las noches tu descanso sea más placentero, esto, porque tu confianza está en él y sabes que al día siguiente lo que hoy era un problema para tí, ahora pasará a ser el problema de Dios, y para Dios nada es imposible de solucionar.
Te invito a que hoy dejes que este amor del cual hoy te hablo, te envuelva y consuele, deja que hoy el Espíritu Santo traiga libertad y descanso a tu alma. Deja que hoy Cristo entre a tu corazón y sea el único Señor y salvador de tu vida. Pídele perdón por todo aquello que sabes que no sólo le ha lastimado a él, sino a ti también.
Ríndete por completo a él y encuentra no sólo en esta vida la paz que tanto anhelas, sino también la vida eterna que él te ofrece.
Dios te bendiga.