Llegar al punto en que disfrutamos y nos sentimos contentos con el audio que escuchamos en el tiempo de alabanza y adoración en la iglesia a veces es un proceso difícil. A lo largo de los años, he desarrollado una especie de “técnica” que no solo me ha ayudado a eliminar aspectos o situaciones desconocidas antes de manejar el audio, sino que también me ha dado la clave para crear combinaciones verdaderamente efectivas.
Aprende a Escuchar
Una vez que se está programada la reunión o el ensayo, paso un tiempo estudiando las canciones, ya sean las grabaciones o el audio original de las canciones o alguna grabación de nuestro grupo de alabanza. Siempre procuro tener cuidado de no tomar demasiada parte, literalmente, ya que soy consiente de que no tengo al mismo grupo de alabanza (músicos y cantantes) que grabó la música original.
Por ejemplo, si se programó cantar la canción “Raise A Hallelujah” de Bethel Music sé que no tengo a la banda de Bethel a Jonathan David Helser ni a Melissa Helser, ellos tienen su sonido particular, su forma de tocar y de fluir. Yo tengo gracias a Dios al grupo de alabanza de mi iglesia, así que no va sonar igual porque ellos también tienen su propio sonido y la forma en que Dios los usa para fluir. Lo mismo pasa con el grupo de alabanza de tu iglesia.
¿Qué es lo que hago? Tomo el tiempo de familiarizarme con la estructura de las canciones originales, los matices y el ambiente que generan. Recuerda: cada canción tiene su concepto.
La Clave del Éxito: Comunicación
Otra cosa que tomo como prioridad es estar en constante comunicación con el líder y grupo de alabanza lo más que se pueda, no para ser un estorbo o bloqueo, sino para saber qué es lo que va hacer el grupo de alabanza cuando empecemos a ministrar.
Casi siempre tengo una conversación con el líder de alabanza y/o director musical para saber cuál es la visión que se tiene para cada canción, si se hace un “medley” (conjunto de canciones), etc. Es importante que establezcamos temas como las transiciones de entrada y salida, cambios de tono, cómo inicia y termina la canción, tiempos donde se piensa fluir, etc.
Mantenerte comunicado con ellos no solo permite darte cuenta de cómo debe escucharse la alabanza y adoración al estar haciendo la mezcla de audio, sino también lo que quieren ministrar para estar en la misma sintonía. Esto es algo que recomiendo mucho tanto al líder de alabanza y como al que maneja el audio: la confianza es primordial.
Teniendo este elemento se puede confiar en la visión que proviene desde la plataforma hacia la zona técnica y viceversa. La comunicación es la clave del éxito para la reunión o evento (técnicamente hablando).
Opina, aporta y acierta
Conforme avance la reunión o ensayo asegúrate de darle tu opinión al líder de alabanza y/o director musical de manera respetuosa siempre aportando, sin humillar ni ofender, da tu punto de vista sobre lo que estás escuchando.
Hacer una grabación de todo el ensayo me ayuda todo el tiempo, incluyendo todas las canciones con sus transiciones, cambios de tono, etc. Estas grabaciones se convierten en una guía para mi hasta que llega la reunión. Éstas grabaciones son un recurso muy importante para todo el grupo de alabanza y para el que maneje el audio. Esto ayudará a saber si es la dirección correcta a donde se tiene pensado ministrar.
Algo muy importante: estas grabaciones de ensayo no las debes estar compartiendo o subiendo a las redes sociales. Es un ensayo y habrá errores, por eso se ensaya, para llegar a la excelencia y evitar malas interpretaciones. Úsalo como referencia interna, no para distribuir.
Memoriza el sonido
Ya que tienes la grabación, escucha la mezcla que hiciste en el ensayo tanta veces sea necesario. Analiza realmente lo que está sucediendo. Esto es para que tengas en tu cabeza la canción y los volúmenes de cada voz e instrumento, para saber exactamente lo que queremos que suene, es decir, la mezcla final.
Cuando ya tengamos en nuestra cabeza esa “mezcla mental”, ahora debemos hacerla sonar y pulirla en el lugar de nuestra reunión. Escuchar las grabaciones no se tiene que hacer una vez, se tiene que hacer muchas veces, porque también es tu ensayo, eso es para tener más clara y consistente la mezcla final.
Recuerda también que la prueba de sonido es importante para lograr que la reunión suene correctamente, te recomiendo leer 4 consejos para hacer una prueba de sonido sin estrés.
En lo personal, es muy importante que la congregación tenga una experiencia con Dios, por eso debemos conocer las canciones correctamente.
Estoy convencido de que la práctica continúa, en el tiempo que llevo sirviendo en la iglesia escuchando las grabaciones de mis mezclas de ensayo y de la reunión, he logrado una mejoría en mi desarrollo para dar claridad y consistencia en el tiempo de alabanza y adoración.
Conclusión
En una master class que tuve con Robert Scovill, un ingeniero de audio de AVID dijo: “Mezcla como un profesional, escucha como un fan”.
Ahora dime, al escuchar tu mezcla:
- ¿Qué oyes?
- ¿Te gusta lo que estás escuchando?
- ¿Los principios básicos de la canción están presentes de la manera que habías pensado?
Si tu grabación se convirtió en algo que no te agradó, ahora sabes lo que NO debes hacer. En cierto sentido, tu grabación de ensayo o reunión se convirtió en parte de la respuesta, y si tu mezcla está empezando a sonar realmente bien, entonces investiga qué está sucediendo para que se escuche claro y consistente cada vez más.
Si necesitas nuestro apoyo profesional en esta área te recomiendo que nos contactes en el área de Asesoría y Capacitación donde con gusto atenderemos cualquier duda que tengas.
Recuerda que si tienes dudas o comentarios con gusto lo leeremos, contestaremos y tomaremos en cuenta. También recuerda que darle like y compartirlo es gratis.