Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17
En la lectura de la Biblia puedo escuchar Tu voz Dios hablándome. Creo en Tus promesas: Cuando me dices “Puedes” Puedo. Cuando dices “Eres Sano” Soy sano. Cuando dices “Se libre” Soy libre. Cuando dices “Eres mi mayor tesoro” Soy tu mayor tesoro. Amén.