Cuando era pequeña siempre me pregunte como es que podía funcionar un espejo. Pensaba que era una ventana hacia otro lugar, después entendí que era el reflejo de lo que estaba delante de este.
El funcionamiento de un espejo se basa en simplemente reflejar la luz; entonces, ¿Sino hay luz no hay reflejo? ahí entendí que como cristiana debo de reflejar a Cristo, yo no quiero ser un espejo sin reflejo.
Cuando reconoces a Jesús como tu único Dios y Salvador, un velo se quita de tus ojos y ves diferente porque El Señor es Espíritu y donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad.
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 Corintios 4:6
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18
Cuando permites que Jesús entre a tu corazón le das acceso a que resplandezca El en ti para así reflejar Su Gloria. Así pues él te va transformando de Gloria en Gloria y va implantando su Carácter en Ti.
“Un espejo refleja solo lo que ve” Al pasar tiempo con Dios adorándole, orando en Su presencia y leyendo de su Palabra la Biblia, conocerás más de Él, y a través de Su Espíritu Santo te va cambiando a su imagen y semejanza, te parecerás más a El.
Es el Espíritu Santo el que te transforma, deja que Él lo haga en tu vida, no tengas temor de que El forme Su carácter en Ti, el carácter de Dios es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.
Si no has recibido a Jesús en tu corazón y deseas conocerle para ser transformado y reflejar su luz te invito a recibirlo de todo corazón diciéndole con una oración lo siguiente:
Señor Jesús te invito a que entres a mi corazón, reconozco que Tú eres El Único Dios y Salvador que moriste por mí en una cruz para el perdón de mis pecado, recibo de tu Espíritu Santo para que me transformes de gloria en gloria, y así pueda reflejar tu luz, en el nombre de Cristo Jesús, Amén.
Con Amor
Ale Abiú