…pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado;
por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él,
debe andar como él anduvo. 1 Juan 1:5,6
¿Alguna vez has conocido a alguien que caminaba en la desobediencia pero en momentos de angustia mira al cielo buscando a Dios? Es como el chiste “Todo mundo es ateo hasta que el taxista se va en otra dirección”. Es este sentimiento tan natural de buscar a Dios cuando estamos en crisis.
“Dios ahorca pero no mata”, del dicho popular empieza esta reflexión. Dios nos ha dado un arma para contrarrestar los planes de Satanás, es decir, te lleva a un límite lejano por completo para que tu vida se vuelva tan miserable que lo único que hagas sea clamar a Dios por misericordia. Te pone de rodillas y te recuerda por qué estas aquí. Este tipo de amor, lo podemos llamar el tenaz porque Dios restaura a sus hijos cuando su cuerpo tiene una posición contra el pecado y es su último voluntad, no es fácil pero sabemos que existe la salvación a todo aquel que tiene arrepentimiento.
Pero ¿y si pudiéramos no solo dedicarle ese último aliento a Dios en crisis, si no toda tu vida? Cuando Cristo vino a la tierra , Él vino a traer a los hombres el Evangelio del Reino y esto es lo que predicamos: la salvación. Sin embargo, Jesús vino para que tengamos algo más que la salvación. Él vino a darnos una nueva vida que iba acompañado de signos, prodigios y Su Espíritu que vive en nosotros y revelarse a nosotros todos los días . Él vino para que podamos caminar en esta tierra como lo hizo . Si nuestras vidas no están reflejando las mismas cosas que Jesús hizo , debemos preguntarnos ¿por qué? ¿Qué queremos ahora?
Para los cristianos tenemos una primera etapa en donde tomamos una decisión y aceptarlo en nuestras vidas. Esta primera etapa se caracteriza a menudo por una actitud de humildad y de querer comenzar de nuevo. Si ya llegaste a este nivel y aún tienes vida, ¿por qué conformarte? En una segunda etapa son las pruebas o etapas de crisis que nos motivó a buscar a Cristo con un corazón entero . Sin embargo, estos momentos ya no deben ser motivados por el deseo de salir del dolor que se vive si no de seguir viviendo como Cristo nos ha pedido: a su imagen y semejanza para “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Galatas 2:20
Ora por tu crecimiento espiritual para que Dios te lleve a nuevos niveles, si buscáramos a Dios con en los momentos buenos con el clamor y anhelo de ser escuchados como en los momentos malos, ¿te imaginas tu vida?