Tecnoiglesia es un ministerio interesado principalmente en que el Reino de Dios sea establecido en esta tierra, y, por ello, nos ocupamos en ofrecerles artículos que edifiquen a sus iglesias y ministerios en el área tecnológica y por supuesto, también, en el área espiritual.
A continuación, les quiero presentar este análisis que se realizó sobre lo que puede ocasionar el uso excesivo de las nuevas tecnologías.
La neuróloga María Ingrid Alanís Guevara, del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, informó, que el uso excesivo de las nuevas tecnologías provoca ansiedad, adicción y desmemoria.
Comentó que, retrasar en los adolescentes el uso del celular, puede contribuir a que los padres prevengan situaciones conflictivas a futuro, sobre todo porque el uso excesivo de las tecnologías genera una dependencia que puede ocasionar disminución en el rendimiento de las tareas escolares o laborales tratándose de personas adultas.
“Hay una tendencia a presentar manifestaciones adictivas, hablamos de compulsiones, cuanto más joven les dan los papás el celular, la adicción es mayor, hay presiones de grupos en redes sociales y aislamiento familiar”, señaló.
Indicó que la edad en donde se desarrolla una mayor adicción al uso de tecnologías es de los 13 a los 22 años, es decir en la adolescencia, en donde también pueden influir factores como la baja autoestima y la necesidad de aceptación.
Mencionó que existen estudios concretos, en donde se indica que hoy en día las personas dedican por lo menos siete horas diarias al uso del celular, las cuales incluyen servicios de mensajería. Lo anterior, puede repercutir no sólo en las relaciones sociales del individuo sino también en su desempeño en otras esferas, como el ámbito laboral, “no se van a cumplir a 100 por ciento las obligaciones laborales, mientras se hagan dos cosas al mismo tiempo”.
Resaltó que a partir de 2005 ha habido una utilización prácticamente masiva del celular, “no obstante, los padres deben limitar el tiempo que sus hijos usan estos teléfonos y otros aparatos de tecnología como tablets y computadoras” .
Los órganos que más resultaría impactado o afectado por el excesivo uso de radiofrecuencias y telecomunicaciones, sería el cerebro, “por la cantidad de agua que contiene, los elementos nocivos viajan por la vía área a través de micro partículas que logran filtrarse por exposición constante” .
Aclaró que aún no se ha demostrado la asociación entre estos hechos y el uso de las tecnologías como factores para el desarrollo de tumores cerebrales y en otros órganos y tejidos, “sí se ha observado que pueden disminuir considerablemente el nivel de la memoria reciente debido a que se tiende a realizar múltiples funciones, utilizando a su vez la telefonía celular o los ordenadores”.
“Los datos recientes no los captamos tan bien como antes, esto se ha visto en estudios experimentales debido a que hacemos varias cosas a la vez sin dejar el celular” , aseguró.
Indicó que tener aparatos eléctricos prendidos “cuando no es necesario hacerlo, así como dormir con el celular a un lado, puede contribuir a incrementar estados ansiosos, toda vez que gracias a estos artefactos el cerebro no descansa” .
Recomendó desactivar los servicios de Internet inalámbrico mientras no se utilicen.
“Estrés, ansiedad e insomnio los detona fácilmente porque se duermen con el celular y está actuando de forma continua a nivel cerebral” , advirtió.
Fuente: TechBit
La tecnología se ha convertido en una herramienta fundamental que nos ayuda a extender el evangelio, pero como tecnos, es importante que le demos un uso adecuado, dando un buen testimonio de ello, aplicándo el dominio propio para evitar caer en estos excesos.