Así como hay ilusiones ópticas, también hay “ilusiones de audio” o “ilusiones acústicas”. Este ejemplo se llama Shepard Tone.
Escucha el siguiente audio hasta el final, y cuando se acabe, vuelve a escucharlo una y otra vez para que escuches como sube y sube sin fin!
Cuando una serie de notas de octavadas se reproducen al mismo tiempo, el oído humano promedio simplemente escucha la nota más cercana al último sonidos grave que se oyó, en lugar de escuchar la división de cada una de las notas octavadas. El volumen del tono más agudo disminuye ligeramente y el menor aumenta más la escala, que es lo que hace que el efecto al volver a ponerle play creamos que sigue subiendo y subiendo sin fin.
¿Interesante no?
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