La interacción es una acción recíproca entre dos o más objetos, sustancias, personas o agentes.
La realidad virtual ofrece la posibilidad de interactuar de manera inmersiva en mundos virtuales 3D.
De acuerdo a un estudio de la UNAM, el uso de programas o tecnología de punta, es una cuestión de adaptación en este momento de los medios disponibles, y nos dicen que cada época ha utilizado los medios que tenía a su disposición.
Es justo que en la era digital y de la información explotemos los recursos que nos ofrecen las nuevas tecnologías y más si tenemos como iglesia a nuestro alcance, estas herramientas para expandir el evangelio y establecer el Reino de Dios.
El uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación en el proceso de aprendizaje continúa en aumento de manera exponencial a nivel mundial y con mayor énfasis en América Latina.
Lejos ya de la mera construcción de un objeto tridimensional, el hecho escultórico se ha convertido en cualquier manifestación artística que suponga una intervención en el espacio.
El uso de estas tecnologías utilizadas para enseñar en las escuelas dominicales a través de animaciones 3D o incluso llegar a los jóvenes y adultos nos hará la tarea más fácil para aquellos a quienes se encuentran en la enseñanza de la Palabra de Dios.
Pero también es un medio perfecto dentro de las reuniones generales, no como manera de distracción sino de integración del congregante.
La realidad virtual ayuda en la creación de mundos inmersivos donde las personas pueden interaccionar en tiempo real con humanoides virtuales.
Es maravilloso que hoy día nada nos detenga como cristianos, y podamos llevar reuniones virtuales de oración o enseñanza a niños entre semana por medio de la web de esta manera unificando a la iglesia.