Al día de hoy los celulares y las tabletas son la tendencia en computación personal, pero aun así, muchos somos dependemos de PCs de escritorio, laptops, netbooks y ultrabooks tradicionales para nuestras labores domésticas y empresariales, y una de las quejas más persistentes que notamos siempre es de lo lentos que estos se tornan con el pasar del tiempo.
Esa lentitud se debe a distintos factores, que van desde fragmentación del disco (cuando los datos de un archivo en específico son distribuidos por todos los lados del disco, haciendo que la “aguja” que lee los datos tenga que dar muchos saltos sobre la superficie hasta leer todo el archivo) hasta el hecho de que los nuevos programas usan por lo general mas potencia en el hardware hardware.
La solución que muchos ofrecen es “comprar una máquina nueva”, o en el mejor de los casos “cambia el CPU (Procesador) de tu máquina”. Sin embargo, en la vasta mayoría de los casos, eso no es tan necesario, y existe una mejor alternativa que puede hacer que tu máquina se sienta entre 2 y 10 veces más rápida dependiendo de sus capacidades.
Una alternativa es agregar memoria RAM y reemplazar el disco duro tradicional de tu máquina por un disco SSD (Almacenamiento en Estado Sólido). Un SSD en esencia reemplaza el disco de tu máquina por memoria súper rápida similar a la utilizada en memorias USB o tarjetas SD para cámaras fotográficas.
Para que tengas una idea, un SSD (dependiendo del modelo que compres) será entre 4 y 20 veces más rápido que tu disco duro, y eso es algo que verdaderamente impactará la forma en que trabajas.
La otra sugerencia es aumentar la cantidad de memoria RAM en sus sistemas. Si tienen 1GB de memoria, es casi seguro que están al borde del abismo y que tu PC se pasa mucho tiempo “pensando”. La memoria RAM es una de las cosas más baratas en adquirir para una máquina, y hay pocas excusas para no ponerle 4GB de memoria que es lo recomendado para trabajar en los sistemas operativos tradicionales de hoy día (como Windows, Mac OS X).
El tema de la memoria RAM es importante porque cuando esta se agota, lo que el sistema operativo hace es proceder a copiar constantemente datos entre tu memoria RAM (de los datos menos frecuentados) hasta el disco duro, y viceversa, en esencia convirtiendo tu disco duro en memoria RAM. Pero dado que un disco duro es miles de veces más lento que RAM, eso crea otro problema interno o saturación de datos.
Es bueno también aclarar explícitamente que la mayoría de los CPUs de las máquinas ya son bastante potentes, pero se pasan gran parte de su tiempo haciendo literalmente nada, esperando a que los datos que usamos sean manipulando se copien desde el disco duro hasta la memoria, para después manipularlos, por lo que el cuello de botella hoy día está no tanto en el CPU, sino más bien en el disco duro y la memoria.
Entonces, ¿por qué no vienen todas las PCs de hoy día con un SSD? Pues por cuestiones de costo… Un SSD al de día de hoy cuesta varias veces más por la misma cantidad de almacenamiento que un disco tradicional. Sin embargo, este año por primera ves el costo de los SSDs bajó por debajo del dólar por GB (es decir, que comprar un SSD de 256GB hoy día cuesta menos de $256 dólares).
Sin embargo, si el precio es un factor en sus decisiones de comprar un SSD, todavía hay esperanza, pues en realidad hay 3 niveles de uso que le pueden dar a un SSD, y en todos los casos notarán una velocidad notoria en sus sistemas (aunque recuerden, asegúrense de tener suficiente memoria RAM, al menos 2GB, y preferiblemente entre 4GB y 8GB). Noten que hoy día 4GB de RAM cuesta unos $20 dólares, y 8GB unos $35 dólares.
Los tres niveles son estos:
- Solución más barata de SSD: Acelerar solo el sistema operativo. En este caso, puedes comprar un SSD bastante pequeño de 32GB, en donde instalarás solo al sistema operativo. Esto garantizará que al menos el sistema operativo responderá rápidamente. Lo otro que harías sería tomar el disco duro viejo y utilizarlo para alojar tus aplicaciones y documentos. Como punto de referencia: Si utilizas Windows, y desde que enciendes tu PC hasta que entras a Windows transcurren 2 minutos, ahora posiblemente transcurran solo 30 segundos o menos. Un SSD de 32GB te costará unos $50 dólares aproximadamente.
- Solución intermedia de SSD: Acelerar el sistema operativo y el acceso a tus aplicaciones. En este caso, puedes comprar un SSD de 64GB a 128GB, que te dará amplio espacio para también poder instalar todo tipo de aplicaciones que tengas (e incluso te sobrará espacio para tus documentos y algunas canciones y películas). En cuanto al disco duro viejo, ahí almacenarás tus documentos. Esto hará que no solo el sistema operativo responda rápidamente, sino además el arrancar las aplicaciones. un SSD de 64GB cuesta entre $65 y $75 al día de hoy, mientras que uno de 128GB esta alrededor de los US$100.
- Solución óptima de SSD: Acelerar el acceso a todo. En este caso, todo dependerá de cuánto espacio necesitas en el patrón de uso que le des a tu PC. Pero por lo general un SSD de 256GB a 512GB será suficiente. Esto hará que el acceso al sistema operativo, tus aplicaciones, y todas tus películas y otros archivos sea sumamente rápido. Hablamos de que gastarías entre $185 a $395 dólares aproximadamente.
Aparte de esa mini-guía, también les tengo otros consejos:
- Si solo tienes 1GB de RAM, lo primero que deberías aumentar es la memoria RAM, pues es lo más barato y lo que te permitirá trabajar lo más cómodamente posible, en particular cuando tengas varias aplicaciones abiertas simultáneamente.
- Si eres de los que abre 4 o 5 aplicaciones simultáneamente todo el tiempo (como tu navegador web, programas de Office, Photoshop, Bloque de Notas, etc), te recomiendo no menos de 4GB de RAM, y preferiblemente 8GB.
- Si eres un usuario que utiliza programas que demandan mucho, como Photoshop, o programas de edición de video, Sound Force, etc, lo mínimo recomendado es 8GB, y si puedes pagar por 16GB (unos $85 dólares) no dejes de hacerlo.
- Para saber qué tamaño de SSD necesitas, una manera simple de averiguarlo es cuánto espacio estás utilizando actualmente en tu disco duro. En Windows por lo general lo puedes averiguar haciendo clic derecho con tu ratón sobre el disco “C:” y eligiendo la opción “Propiedades”, mientras que en Mac puedes lanzar Disk Utility y hacer clic en “Macintosh HD”. Después que sepas cuanto espacio utilizas, elige un monto de espacio un poco más grande para tu SSD. Así que si por ejemplo utilizas 85GB de espacio, es recomendado que compres al menos un SSD de 128GB.
Noten que en el peor de los casos, si compran 4GB de memoria y un SSD de 64GB, que hablamos de invertir menos de $85 dólares, por algo que muy posiblemente al menos duplica o cuadruplique la velocidad de tu equipo, por lo que vale la pena explorar estas opciones.
Finalmente, recuerden que si no son usuarios técnicos que recomiendo hagan que un tecnoiglesiologo experto les instale la memoria y el SSD, de tal manera que no pierdan sus datos en el proceso de transición.