Chloe Mayo, artista amateur de Surrey, Inglaterra, pintó una representación del hombre de sus sueños dos meses antes de conocerlo en una cita online. Se impresionó tanto con el parecido entre lo que pintó y la apariencia del hombre que conoció que escondió la pintura por miedo a que él la confundiera con una acosadora.
En 2009, Chloe, que era soltera, pintó una imagen romántica de un hombre alto, de piel oscura y con barba, que estaba en sus brazos. La mujer, de 31 años, no le dio mucha importancia a su obra, así que la dejó guardada en un rincón de su living y se olvidó de ella.
Poco después, empezó a buscar un amor en Internet, y dio con Michael Goeman. La pareja parecía tener un montón de cosas en común, y luego de dos meses de chatear, decidieron encontrarse cara a cara.
Cuando se encontraron, Chloe quedó impactada por el parecido del hombre que ella había pintado dos meses antes. Un tanto preocupada por el hecho de que él la tomara por una acosadora, ella escondió la pintura debajo de su cama y solo se la mostró a Michael luego de unas cuantas citas.
“Él tenía que venir a mi casa y pensé que si veía la pintura iba a pensar que yo era una acosadora, así que escondí la obra debajo de mi cama. Aproximadamente una semana después tomé coraje para mostrarle lo que había pintado y aunque él se vio algo confundido, le vio el costado gracioso cuando le expliqué lo que había pasado”, dijo la mujer.
Ahora, Chloe y Michael están casados y el cuadro está colgado en el living de la casa. Todos los amigos de la pareja llaman a Michael “El hombre del cuadro”. “No creo en estas cosas, pero pienso que debe haber sido el destino”, dijo Chloe.
Fuente: Uniradio
Yo no sé si ella conozca o haya leído en algún momento el libro de Habacuc Cap. 2:2-3 Y el Señor respondió y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra al que leyera en ella. Aunque la visión tardara aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. Pero sin duda se cumplió esta palabra en su vida.
Tremendo ¿no?
