Muchos o casi la mayoría buscamos la aprobación o el aprecio de los demás, es un sentimiento casi natural el desear que la gente valore nuestras cualidades. Sin embargo, puedo decirles que cuando en nuestro corazón está el sabernos reconocidos por Dios, entonces es cuando realmente seremos felices.
En este video vemos como el resaltar los atributos de alguien más, puede lograr un impacto positivo y profundo en las personas. Y la verdad, es que el hacer sonreír a otros mostrando una actitud cordial, no sólo beneficia a esa otra persona, sino también a ti mismo. ¡Es satisfactorio ver que puedes ser de bendición para los demás!
Cualquier persona aprecia cuando le damos una opinión sincera respecto a su persona, y al hacerlo es como ver a la gente a través de los ojos de Dios. No viendo los defectos, sino las virtudes con las cuales él nos ha dotado. Que mejor dicho, Dios ve más allá de lo que nuestros ojos naturales pueden ver, pues él ve el corazón.
Hemos sido llamados a ser luz:
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16
La aprobación de Dios es lo más importante.